miércoles, 31 de diciembre de 2014

Fin de año

Fin de año. Día de resumen. De balance. Día de improperios y agradecimiento. Día de felicitaciones, de buenos deseos. Día de cenas y jaranas. Día de familias, amistades y soledades. Día de... Tantas cosas...

Día de paso, si me lo permiten. Como lo fue ayer y lo será mañana. "Todo pasa y todo queda / pero lo nuestro es pasar..." Que canta Serrat parafraseando a Don Antonio Machado. 

Este último matiz puede sonar a pesimismo agraz pero no es tal, en absoluto... Ya decía decía Don Miguel de Unamuno en sus versos: 

"Vivir el día de hoy bajo la enseña
del ayer deshaciéndose en mañana;"
El hoy desde, con el ayer diluyéndose ya en mañana por venir, pero ya viniendo, ya presente en el hoy...

Y es que el pasar, el paso, el ser paso, el hacer balance del día de hoy, debe ser cuna de los siguientes pasos tan necesarios para cada uno, para todos...

Porque como decía Don Antonio Machado:

"Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino:
se hace camino al andar.

Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar".

"Pasar haciendo caminos / camino sobre la mar"  que cantaba Serrat en su paráfrasis machadiana.

Así pues, hoy es día de oportunidad infinita. Día de construir y ponerse en camino... Camino de día nuevo, de año nuevo. Camino de esperanzas que deben ser construidas...

El año nuevo no es seguro, en sí, de que, desde la pasividad, un futuro prometedor y providente nos llegue por arte de magia y sin más. Al contrario. El camino solo se hace caminando. El futuro providente solo existe si se lucha por él -que ya surgirán dificultades-. Luchar... Una Lucha esperanzada, ilusionada, decidida...

Se hace camino al andar... Pues caminemos,también hoy, haciendo un ayer -hoy- que pueda deshacerse en el mañana y llevar el mañana mejor en su preñez de hoy. Caminemos y soñemos altos caminos... Caminos de mundo mejor y más justo para todos. Caminos de sueños y proyectos propios y ajenos. Caminos de estar junto a quien te quiere pero también junto de quien te necesita. Caminos de profundo sentido. Caminos donde todo lo bueno que tienes brille expansivamente. Caminos de interior habitado y fecundo. Caminos de cotidiano positivo capaz de hacer frente a la adversidad. Caminos de ser todos un poco más humanos. Caminos de...

Caminemos, amigos. Caminemos. Solo así el 2015 o el mañana, tenga la cifra que tenga, podrá ser feliz. Sumemos pasos. Sumemos caminos... De felicidad en ciernes, en espera, en potencia... Ya pero todavía no, aunque ya, siendo... Para decir con un sentido nuevo aquel quevedesco: "Soy un fue y un será y un es cansado" (de crear caminos nuevos, posibles en el hoy, ya casi ayer, para el mañana).

Feliz año, día, camino, paso nuevo... para todos...

martes, 23 de diciembre de 2014

Días entrañables



Estamos ante días entrañables. Entrañables, sí, de entraña.  Y entraña proviene del término latino “(del pl. n. lat.) interanĕa”, literalmente: “intestinos”.  Así pues cabe pensar que estamos en días de dar hartazgo a la entraña a base de comidas y cenas de sobreabundancia… Es una opción a contemplar,  mientras nos sentamos a la mesa con esos familiares, amados o no tanto, durante las horas que faltan -a menudo- durante el resto del año. Sin olvidar, claro está, los presentes que acompañan el mencionado acopio gastronómico y enológico. Tal interpretación, muy extendida por otro lado, me parece altamente reduccionista, sonándome a una revivificación de las intensas Saturnales romanas que ocupaban estas fechas (creadas –curioso- para animar al pueblo tras una gran derrota militar).


Por mi parte prefiero recuperar otras acepciones de la palabra que recoge nuestro DRAE: “2. f. Parte más íntima o esencial de una cosa o asunto. 3. f. pl. Cosa más oculta y escondida. 4. f. pl. El centro, lo que está en medio. 6. f. pl. Índole y genio de una persona”. O lo que es lo mismo: lo que es más nuestro y esconde o guarda nuestra mismidad y centralidad, aquello que es plenamente esencial. Pues bien. Creo que estas fechas, efectivamente, son entrañables. Lo son porque van a la entraña. Porque Dios, desde un punto de vista creyente cristiano, quiere entrañarse en cada uno. Llegar a esa entraña. Hacerse entraña con entraña. Tocar y habitar esa centralidad, mismidad intimísima de cada uno. Dios quiere entrañarse en ti, en mí, en todos. Hacerse entraña en la entraña. Habitar el profundísimo portal de cada uno. Dar vida desde el centro de la propia vida. Entraña que recibe y entraña que fluye. Porque la vida de cada uno acaba hablando de lo que sale de la entraña. De lo que hay en la entraña. De lo que hay en el corazón. El entrañar a Dios mismo, en ese recuerdo del Dios niño que se hace hombre, remueve necesariamente la entraña y la proyecta hacia los demás. Así pues, la Navidad es entrañable. No puede ser de otra forma. Si no se da en la entraña de uno. Si la entraña no se mueve en sentido centrífugo, en un segundo paso, celebraremos otra cosa, pero no la navidad… 


Si esto es así. Si Dios se entraña. Se hace entraña con entraña. La Navidad será por afectividad y recuerdo, unos días en el año. Pero será un año entero de Navidad porque quien se deja entrañar ya no puede vivir del mismo modo. Y de pronto, con su altos y sus bajos, con sus virtudes y defectos más atroces, se pone a caminar día tras día, desde dentro, desde el fuego interior avivado y contemplativo, en pro de los demás, especialmente de los anawines, de los más débiles, de los necesitados… Entrañable, sí…


Así pues, bendita y entrañable Navidad. Lo deseo para todos. Desde mi pequeña y humilde entraña.




sábado, 13 de diciembre de 2014

Estadios y violencia

La violencia, desgraciadamente, se da en los estadios de fútbol y alrededores. Una pena. Un avance el intentar medidas para solucionarlo. Claro que, afortunadamente, solo pasa en el fútbol. ¿Verdad?

¿Alguien mira más allá? ¿Alguien analiza causas globales? ¿Alguien busca soluciones globales? ¿Alguien mete la mano en la herida de los intereses creados...? ¿Alguien?

La violencia, desgraciadamente, se da en los estadios de fútbol. Nos preocupa mucho. Llenamos semanas de prensa con ello, y con razón. Tomamos medidas. Hacemos eslóganes. Los equipos lucen camisetas y hacen vídeos contra la violencia... Pero... 






(Todas las fotografías pertenecen a la Agencia de Noticias Reuters y están seleccionadas por ella dentros de las mejores del año 2014. Están tomadas de fuentes periodísticas en internet).

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Sobre los sueños



Hace unos días hablaba con un grupo de jóvenes sobre los sueños… Alguno de ellos defendía su inutilidad puesto que, ontológicamente, son inalcanzables como buen fruto de la imaginación. Otros se posicionaban en un punto de vista casi romántico defendiendo ese punto cálido de ensoñación autocompensadora que ayuda a sobrellevar los sinsabores de la vida. No comparto ninguna de las visiones precedentes, y así lo puse sobre la mesa. Creo que los sueños encierran una gran positividad en cuanto son capaces de ponernos –de poner nuestra vida- en movimiento. Se constituyen en utopía personal o grupal, puede que inalcanzable, pero hacia la que tender como ideal y meta. Los sueños, pues, nos ponen en marcha. Nos hacen caminar. Nos hacen luchar. Nos hacen dar pasos de crecimiento. Nos hacen ser mejores, en definitiva…  Soñar es necesario como lo es poner los medios para tender hacia ellos. Soñar es moverse, avanzar… Soñar es pelear con medios audaces y realistas –aunque suene paradójico-. Soñemos, pues, con amplitud de miras e ideales no solo para uno mismo sino los demás, para todos. Y tengamos la valentía de dar pasos, de pelear por cada sueño… 

Como decía William Faulkner: “La sabiduría suprema es tener sueños lo bastante grandes como para no perderlos de vista mientras se persiguen”.



domingo, 2 de noviembre de 2014

Brujas, calabazas y difuntos



Qué sano es el recuerdo de aquellos que nos precedieron y cuánto amor mueve dentro de nosotros, seguramente proyectado en nuestra vida actual. Es muy posible que mucho de lo que aprendimos de ellos, sea hoy fuente de nuestro comportamiento y sentir. Así pues, recordar a nuestros seres queridos es ahondar en nuestras raíces fundantes, en nuestros sentidos profundos. Nada que ver, entiendo, con tristezas emocionales (-lógicas y evidentes por otra parte-) y con bloqueos de negritud infinita.

Por todo lo anterior no acabo de entender la necesidad de disfrazar la muerte de divertimento. No acabo de entender ese Halloween descontextualizado, ajeno a su cultura propia, exento de los sentidos que pueda tener allí donde tiene sentido. Me suena, eso sí, a algo evidente: Nuestra cultura no soporta la frustración, el dolor. Lo tolera con dificultad infinita. Trata de esconderlo, apartarlo, disimularlo. Y ahí está la muerte como pregunta profundísima. Como dolor intangible. Como frustración de proyectos. Como tantas cosas difíciles de asimilar. Tendría pues sentido que, en días que nuestra cultura revive, trae a colación la muerte, surja el intento de disfrazarla de vacuo divertimento, de fiesta superficial, de risa fácil. Tendrían sentido los disfraces de brujas, murciélagos, esqueletos y demás. Tendría sentido la simplificación superficial que evite la pregunta de sentido, la hondura de la frustración, la incerteza de la duda, el dolor de la ausencia… Tal vez Halloween solo sea, además de un producto comercial, una banalización más de nuestro ser social para huir de lo que cuesta asimilar. Un intento de superficializar lo que tanto cuesta tolerar. Tendría sentido desde ese punto de vista de la sociedad líquida de hoy.

Me pregunto, eso sí, en esta espiral de huida, qué habrá de pasar cuando, pese a todo, las circunstancias, las frustraciones, los dolores, las dificultades, las preguntas profundas llamen inexorablemente a nuestra puerta –que llamarán-. ¿No estaremos perdiendo viejas escuelas de aprendizaje sabiamente creadas por nuestros predecesores? ¿No es eso la cultura propia, en realidad? ¿No estaremos negando el sabio legado que otros nos hicieron en pos de una globalización superficializadora y enajenante? Preguntas. Simples preguntas…

Seguramente mis buenos amigos filósofos tildarán estas líneas de atentado a su materia. Espero disculpen mi atrevimiento de lego. 

En fin. Mientras, me voy a ver algunas fotos de aquellos que ya no están y a los que quise y quiero. Estoy seguro que voy a sonreír mucho. Mucho…

jueves, 10 de abril de 2014

Pasión. Luz



Se acerca la Semana Santa. Se airean hábitos de cofrade, de nazareno. Cruces de madera. Hachones de cera. Vírgenes y Cristos. Carrozas. Tronos. Bandas. Saetas. Silencios. Muchos vibran. Otros callan. Los más, indiferentes, viven su cotidiano vacacional. Tantas posturas como personas. Una Semana. La de pasión. Semana, mes, año… Uno mira al mundo y no cesa de ver cruces de tantos tipos: Hambre, pobreza, injusticia, dolor, desesperación, guerra, violencia, asesinatos, esclavitud, paro, enfermedad, problemas… (Pongan ustedes lo que crean…). Y de pronto recuerdo a aquella mujer que viendo un desfile procesional lloraba con toda la amargura del alma puesta en el mirar humedecido. En mi alma de niño aquella mujer y su llanto quedaron grabados para siempre. Viva imagen de la pasión profunda que cada uno vive en lo más hondo.  Lo más hondo…

Y ahí queda la cruz. No la de los imagineros. La cruz del hoy… Hoy… Día. Días de pasión…

En este mundo de muertes y pasiones ruge el viento del desconsuelo. Las ocres lágrimas y el duelo parecen extenderse cual niebla densa, profunda, anegando el alma en pantanosas simas. Tanto dolor. Tanta inexistencia en la esencia del existir… Diríase que el negro de tormenta arrecia en amenaza la llanura inmensa de la vida. Diríase. Mas tal vez no lo sea. Al menos no del todo… Solo tal vez…

El sol apenas rasga el bosque nuboso, pero consigue hacerlo fulgurando rayos de luz por doquier. Cualquier resquicio se convierte en potente hilo de luz visible desde cualquier distancia. Hilo que se hace calor y que genera prismas de luz multicolor, entrelazado al agua. Hilo que ilumina, calienta, refleja, llama… La misma negrura contiene luz, aunque nos cueste verlo. Luz… Cruz… La cruz, hecha vela arriada en lo más alto del horizonte, se hace paso, puerta, posibilidad, oportunidad, en la dureza inmensa de su ser. Dureza de madera con trazas de alma. ¿O es durezas del alma con trazas de madero? Paso hacia la luz… Cruz… Paso...Luz… Tal vez  solo sea que estamos amenazados de resurrección, una y otra vez, con tal que queramos vivirlo así, aunque no sea fácil. Aunque no lo sea… Nadie puede decir lo contrario… 

En este mundo de pasión necesitamos mirar más adelante, más allá, y empuñar la bandera del rayo de luz que rasga nubes, de la esperanza, de la resurrección en las pequeñas muertes cotidianas del desespero. Necesitamos el horizonte de la luz que siempre está. Siempre… Amenazados de resurrección con tal que queramos serlo porque hay que dejarse amenazar y ¡ay si todos lo hiciéramos! ¡Cuánta luz no se encendiera! ¡Cuánta luz rompiendo oscuridad! ¡Cuánto sentido! ¡Cuánta risa derramada desde los pozos de las mazmorras en que las encerramos! ¡Cuánto encuentro y reencuentro! ¡Cuánta paz! ¡Cuánto recomenzar a andar caminos o a abrir otros nuevos! ¡Cuánta luz no se encendiera! Si llegásemos a querer… 

Pasión, sí pero solo como paso hacia la luz que aliente pasos, muchos más, aunque vuelva la pasión. Pero el camino estará aprendido. Pasión. Paso. Luz. Pasos. Nuevos pasos… Y en el horizonte la inmensidad hecha crepúsculo y aurora. La inmensidad…