martes, 24 de septiembre de 2013

Sumar. Siempre sumar...



El otro día encontré, por casualidad, un vídeo que hoy comparto.  Al verlo me dio por pensar en sumas… Será que el comienzo del curso escolar me traiciona o me influye en demasía. El caso es que, cuando hablo de sumar, hablo de otra cosa muy distinta a la aritmética teórica sobre un papel. Cuando hoy hablo de sumar lo hago de un modo práctico e ilusorio, de un modo metafórico y, a un tiempo, profundamente real: ¿Y si nos empeñásemos todos en sumar en cada ocasión que se presentase ante nosotros; en cada espontánea o planificada situación que la vida hiciese surgir? ¿Y si sumásemos siempre? Siempre… Sumar… Entonces, tal vez, la melodía se convirtiese en más hermosa, el mundo se llenase de color, música, alegría contagiosa y removedora para todo el que llegue a pasar por allí o siquiera un poco cerca… Y tal vez, solo tal vez, nadie quedaría indiferente… Todo el mundo quedaría inmerso en la magia de la suma… Pequeñas decisiones, grandes resultados…


Sumar. Siempre sumar… Cada día. Cada momento. En cada ámbito. Siempre sumar… No estaría nada mal. ¿No creen?